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¿Por qué celebramos el Día de la Madre?

10 May 2016

Día de la Madre

El Día de la Madre es una fecha muy emotiva e importante. Es ese día en el que disfrutamos a pleno a nuestras madres, y también nuestros hijos nos disfrutan a nosotras. Pero la realidad es que poco sabemos del origen de este gran día.

Yendo muchísimos años atrás en la historia, en la Antigua Grecia y en la Antigua Roma surgió la Diosa Madre Rea, madre de los Dioses Júpiter, Neptuno y Plutón, a quien luego ambos pasaron a llamar Gran Madre. La fuerte importancia de la Diosa llevó a que se le rindiera el culto a la maternidad. En ese culto que se realizaba está el origen del Día de la Madre, aunque no llegó a festejarse como tal hasta el año 1908.

Anna Jarvis: la madre del Día de la Madre

A principios del siglo XX, en la ciudad de Virginia, Estados Unidos, una joven llamada Anna Jarvis comenzó un movimiento para instaurar un día en que todos los niños pudiesen homenajear a sus mamás. A través de esta campaña, Anna logró escaparle a una profunda depresión que sufría por la muerte de su madre.

En muy poco tiempo esta celebración se extendió a lo largo de todo Estados Unidos y el presidente del momento no tuvo otra opción más que oficializar el Día de Madre como día de fiesta nacional. Desde ese entonces, este día se conoce y se festeja cada segundo domingo del mes de mayo. Con el tiempo, muchos otros países de distintas partes del mundo se fueron sumando a esta celebración.

La idea principal de Anna era fortalecer los lazos familiares y celebrar el respeto por las mamás. Pero el paso del tiempo y la popularidad de la fiesta fueron llevando a que la fecha se convirtiera en un día cada vez más comercial y no tan emocional. El centro del festejo pasó a ser la entrega de flores y regalos, salidas, festejos multitudinarios y se dejaron de lado el afecto, el cariño y el amor puro hacia las madres.

Anna Jarvis dedicó casi toda su vida a lograr que las personas reconocieran la importancia y el valor de las madres. Después de años de luchar contra ello, tomó la decisión de pedir la anulación de este Día de la Madre tan comercial, pero no pudo lograrlo. Finalmente, Anna murió en 1948, a los 84 años de edad, sin llegar a ser madre y sin poder concretar su última batalla.