confesiones

Nos conocimos por Tinder, por Belu Mare

24 Nov 2017

¿Qué es hoy conocerse a través de una red social? O mejor dicho, enamorarse de alguien gracias a una red social. Hay muchas y de todo tipo. Hoy nos vamos a centrar en otra historia que una amiga mía se animó a contar y es: Nos conocimos por Tinder. Sí. Ella conoció a su pareja por Tinder y créanme que están muy bien y enamorados. ¿A ustedes les pasó? ¿Creen en la oportunidad de amor a través de las redes sociales?

La historia comienza en Perú y dice así:

Estaba en Perú de vacaciones y un día me baje Tinder. Lo empecé a usar y a salir con mucha gente. Yo ya había utilizado ese tipo de sitios web de citas en Buenos Aires y conocía de lo que se trataba. Miedo de usarla y encontrarme con cualquiera nunca me dio aunque ahora lo pensaría dos veces. Siempre me pareció interesante conocer gente distinta a mí. La mayoría de esas salidas fueron malas experiencias. Dentro de esas cosas había muchos que solo querían tener sexo. Es que uno se imagina que en verdad esas App son solo para eso y si, digamos que mucha gente está ahí solo para eso, pero tiene algo que te hace usarla igual. El tema es que llegas a una ciudad como Lima y tenés mil App como Tinder para bajarte que en verdad son para tener sexo nada más y por eso creo que después cuando contás que usas Tinder o conoces a alguien, se tienen muchos prejuicios.

Cuando estas en otro país no hay otra manera de conocer gente. Mas esos países enormes. Es una forma práctica. Podes conocerlas pero están dentro del mismo círculo que vos. Es difícil conocer gente fuera del ambiente en el que te movés, fuera de tu trabajo o de tus amigos. No es como cuando estás en tu propio país y una persona te presenta a alguien. Te cerrás a universidad, trabajo.

Además la aplicación sexualiza mucho, es un sí o no dependiendo de la foto. Superficial.

Conocí tipos muy raros. De diez salidas, cuatro fueron buenas experiencias. En esas ‘match’ de Tinder dio la casualidad que apareció mi novio de hoy en día. Él se estaba hospedando en una zona lejos de Lima donde yo vivía, esas zonas no turísticas donde nadie se va a quedar. Empezamos a chatear pero no mucho, no nos mandábamos fotos ni nada, así que se sabía lo que se decía ahí.

Un día nos conocimos. La primera cita fue tranqui. No pasó nada. Fuimos a comer, charlamos, nos reímos. Cada uno se fue a su casa y ahí quedo. Al día siguiente el me escribe con la excusa de que había mirado la serie que le recomendé en la cena. Obviamente empezamos a charlar de todo. Esa noche yo tenía un evento y se me ocurrió la idea de invitarlo y así tener nuestra segunda salida. Fuimos al evento, después fuimos a cenar y bueno ya se imaginaran como seguirá la historia, jajá. Ahí yo ya sentí la conexión. Ahora sabemos que lo de la serie era mentira, me lo dijo después, había visto tan solo un capítulo y él me había dicho que había visto toda la serie. Toda esa semana salimos, inseparables, lo saque a pasear por la ciudad, a conocer, nos estábamos divirtiendo mucho. Lo único era que en esos días me tenía que volver a Buenos Aires. Claro que no había relación ni nada todavía, solo estábamos saliendo pero no tenía ganas.

Me volvío a Buenos Aires y él se queda en Perú, igual volvía a su país en unos días. En esas charlas por celular se me escapa un te extraño. Ya estamos enganchados. Por un mes hablamos todos los días. Un día me dijo ¿querés estar conmigo?’. No pude decir que no, sentía que él era el indicado. Hay que internarlo. A las tres semanas me invita a Montevideo. Nunca había ido a Uruguay, me mande. Conocí a sus papás, sus hermanos. Fue todo de golpe pero yo estaba feliz, eso no cambió nada.

Nos pusimos de novios en agosto y yo en noviembre me vine a vivir a Uruguay. Al principio era sólo por vacaciones pero no volví mas, me quede acá, lo elegí a él, me enamore y ahora estamos más juntos que nunca.

No hay que negarse a nada. No hay que poner en categorías aplicaciones que puede ayudarte a conocer a alguien. Tomos somos diferente y todos tenemos diferentes formas de conocer a la otra persona. Además, las historias de amor pasan en todos lados ¿no?

Nos vemos.