soy mamá

Niña otra vez, por Magdalena Piñeyrúa

09 Sep 2020

Magdalena Piñeyrúa

Qué increíble, en el momento en el que la vida nos pide más madurez, nos transformamos en niñas y niños otra vez.

Es ese poder que tienen los hijos de hacernos viajar en el tiempo y que por ejemplo en Navidad nos encontremos emocionadas con la llegada de Papá Noel, con la confección de la cartita o con el armado del árbol…

Ya me lo dijo mi marido cuando le quise festejar el primer cumpleaños a mi hijo mayor: “¿es para él o es para vos?”. Y yo ahí lo negué, pero la realidad es que era verdad: el cumple era para mí, al igual que tantos de los momentos de la vida parental en los que la que más disfruta, como una nena chica, soy yo.

¿O acaso a una criatura de dos años le importa que la torta combine con las sorpresitas, o que los globos estén distribuidos de forma pareja?

Todo arranca cuando una organiza el ajuar para el primer bebé y ahí mismo mientras dobla la ropita siente que está jugando a las muñecas otra vez.

Y después viene el disfraz para el Día de la Primavera, y viene Halloween, y vienen las manualidades y las galletitas decoradas y viene la confección del traje para la fiestita de fin de año… ¡y cómo se divierte mamá jugando!

Eso sí, mamita, tenés que portarte bien. Hay que saber compartir y prestarle a los hijos las pinturitas para que ellos también coloreen. Hay que dejar que ellos decoren las galletitas aunque no les salga tan prolijo como a vos. Hay que aceptar cuando a última hora, antes de salir para la fiestita, a tu hijo se le ocurra arrancarse el disfraz.

Sí, un ingrato absoluto. ¡Con lo lindo que te había quedado!