confesiones

Madres de Uruguay: Claudia (Montevideo)

12 May 2017

“A mí me gusta sacarle el romanticismo al asunto de ser madre aunque pueda sonar antipática o fría. Para mí ser madre es una mezcla de sensaciones contradictorias: está buenísimo pero a la vez te cambia todo. La vida que vos tenías ya no la tenés más. Creo que jamás te imaginás lo que realmente implica hasta que sos mamá. Con mi marido salíamos bastante y todo eso se terminó, ¡olvidáte! Es así, te guste o no.

Ser madre es una experiencia de la que no hay retorno y a la vez creo que tener un hijo es algo que le da sentido a la vida, por más trillado que suene. A diario tenés situaciones en las que decís ‘¡Wow! Qué poderosos que son estos chiquitos que vienen y todo lo que nos enseñan’, porque dan vuelta todo.

Cuando sos mamá te volvés consciente de todo lo que hicieron tus viejos contigo: todo lo que soportaron, postergaron y renunciaron. Siempre digo que la maternidad va de la mano de la renuncia y la postergación. Siento que hay muchas cosas que están muy adornadas en relación a ser mamá y que es importante admitir que hay momentos de contradicción porque también es parte.

De mi hija admiro la espontaneidad, la comodidad que tiene con ella misma y cómo disfruta de moverse. Con dos años y cinco meses tiene la expresividad de una persona grande. Para mí, es muy importante que sepa que en la vida hay de todo, que viva, experimente y procese todas esas experiencias. Mi rol es simplemente acompañarla en ese proceso. A veces me tienta querer decirle por dónde va la cosa y no puedo, lo tiene que descubrir ella.”