confesiones

MUJERES DE MONTEVIDEO: LILIAN

13 Nov 2018

“Llegué a Montevideo desde Argentina en el año 1993 junto a mi marido, que lo habían trasladado por su trabajo, y mis tres hijos pequeños. Al tiempo me tomaron de empleada en una boutique dentro de un shopping donde formé una amistad con una chica. Ella siempre me contaba acerca de los carnavales uruguayos y me invitó a ver una comparsa que salía ese año por primera vez. Recuerdo que, en esa visita, mientras se preparaban, me propusieron maquillar, porque la maquilladora encargada nunca apareció. Yo había trabajado en Argentina como peluquera y maquilladora social, y mi amiga lo sabía y por eso me recomendó al instante. Por otro lado, siempre me gustó dibujar, entonces fui a buscar mis herramientas, y compramos algo más para hacer unas flores en la cara. La comparsa Mi morena salió quinta en Las llamadas ese año. Fue en 1997, mi inicio como maquilladora artística.

Fue un gran descubrimiento como persona. Algunas veces era una locura porque maquillaba sola a 150 personas, mi hija me asistía, ella es maquilladora también. Conocí gente y me formé con más cursos acá y en Argentina, uno de ellos de Antonio Bergamasco, un maquillador docente con quien descubrí el mundo del maquillaje en efectos especiales. En 2001 hicimos el primer teatro de verano con Mi morena y fue muy lindo. A lo largo de los años maquillé en varias comparsas, como Serenata africana, también candombes y revistas.
Después me llamaron de una productora de eventos para hacer fiestas en Enjoy Conrad, donde trabajé junto a muchas figuras que han triunfado internacionalmente. Además, estoy dentro de un grupo de maquilladoras llamado Las maravillosas, donde nos apoyamos y compartimos distintas propuestas de trabajo. Me siento como una gran madre porque soy la más adulta.

Una vez tuve un desafío que fue el pedido de un director de teatro para hacer la caracterización de ángeles urbanos. Utilicé mi imaginación y visualicé el enfoque de la obra. Logramos una gran ciudad al atardecer en mitad de la cara y del otro lado utilizamos colores pasteles para representar los ángeles y el cielo.

Entre toda esta diversidad de trabajos, había uno que no había experimentado aún: maquillar para una película. Había hecho comerciales, pero nunca cine. Me fascinan los rodajes y no me canso. Hace unos años se me dio, con una producción independiente y nacional llamada Colores de pasión, que se estrena este año el 8 de noviembre en Grupo Cine. Fue una experiencia maravillosa, porque realmente era una materia pendiente.

Muchas veces voy caminando por la calle y me reconocen. Yo saludo, aunque no recuerde las caras, porque en un año puedo llegar a maquillar a 500 o 600 personas. Este año cumplo 22 años ininterrumpidos maquillando dentro de los carnavales. Me encanta ser reconocida por lo que he hecho, y muchas veces tuve menciones por mi trabajo. Algún día me gustaría ganar el premio mayor, principalmente por mis hijas, porque cuando yo empecé a maquillar no conocía a nadie y mi nombre Lilian Gold lo construí un paso atrás de otro, con caídas, decepciones y muchas alegrías. El staff de chicas que tengo cada año me ha ayudado a lograr los maquillajes más delicados y diversos que pueda haber.
Creo que he cumplido muchos sueños, me gustaría hacer otra película también. Son desafíos y a mí me encantan. Puedo decir que el maquillaje me ha tocado en todas las células de mi cuerpo”.