decoración

MARAVILLA OTOÑAL. EL CIPRÉS CALVO, por Inés Rial

13 Jun 2018

Lo admito, estoy monotemática con el otoño. Me tiene fascinada. Voy a continuar hablando de este tema porque no tiene desperdicio. Así que luego de haber coronado al Liquidambar (Liquidambar styraciflua) como Rey de esta estación, quiero contarles acerca de un árbol al que considero maravilloso, el Ciprés Calvo (Taxodium distichum).

Este árbol es parte de mi vida, ya que viví mi infancia cerca de una calle donde están plantados en casi su totalidad árboles de esta especie. Esto hizo que siempre viera esa calle como mágica, en primavera y verano regalándonos su sombra para jugar protegidos del sol y de los grandes calores, en otoño cambiando totalmente de coformando una alfombra de tono ladrill y dando un aroma muy caractersítico generado por las fogatas que los vecinos armaban con sus hojas (que costaba mucho limpiar) y en invierno hasta tomando un aspecto que me inquietaba y llegaba a dar miedo, especialmente en la tarde cuando la luz comenzaba a irse. Mágica de verdad.

El Ciprés Calvo es una conífera de hoja caduca. Un árbol de gran porte, copa piramidal, ramas extendidas horizontalmente y hojas alternas, lanceoladas, dispuestas en dos filas laterales, color verde claro que en otoño cambian su color primero al ocre y luego al marrón para luego caer y dejar una alfombra muy ornamental y atractiva.

Esta especie es originaria de Estados Unidos y se caracteriza por adaptarse muy bien a suelos húmedos, llegando a poder vivir dentro del agua, ya que genera un tipo de raíz aérea llamada neumatóforo.
Los Cipreses Calvos son árboles apreciados por su longevidad, tamaño y belleza. Son muy utilizados actualmente con fines ornamentales y su madera es de buena calidad.

Hay muchos ejemplares de esta especie en Montevideo, pero un lugar ideal para admirarlos en conjunto es el Jardín Botánico, que cuenta con una una Avenida de Cipreses Calvos ubicada en el cantero de America Boreal. Recomiendo ampliamente ir, buscar los Cipreses, recorrer el Jardín y disfrutar de todo el paisaje dominado por tonalidades amarillas y rojizas contrastadas con las verdes. Un espectáculo.

Foto sacada por: Inés Rial