soy mamá

El día que me enteré que eran dos

15 Feb 2016

¡Dos! Son dos bebes, dijo la ecógrafa después de pedirle al padre que se sentara para darnos la noticia. En ese momento una felicidad y emoción invadió nuestros corazones, proyectando toda una nueva vida a la que nos iniciábamos a partir de ese momento. Escuchar los latidos de sus corazones, un galopeo que llena el corazón de felicidad.

Al salir del consultorio con las emociones aun a flor de piel y sin poderlo creer, compartimos con la familia y amigos la gran noticia, ¡que venían por partida doble!

Al pasar los días y con la primer consulta a la ginecóloga comenzaron las inquietudes y los miedos. Al ser un embarazo gemelar los riesgos y los cuidados eran mayores. Así fueron pasando los primeros meses y con ellos las reformas en la casa ya que la familia se agrandaba y teníamos que preparar todo antes de que nacieran.

Cada semana tenía que permanecer más tiempo en reposo, ya que la panza iba creciendo y con el peso aparecieron las contracciones pero sin dolor. En la semana 20 la ecografía da la noticia de que dentro de la panza venían creciendo saludablemente dos nenas.

En ese momento ya tenía mucha ansiedad por comprar las primeras ropitas ya que al fin se conocía el sexo. Comencé a comprar ropa para ambas que fuera distinta y pensando mucho en los talles ya que, al ser un embarazo gemelar, su peso y talla no iba a ser igual al de un bebé de embarazo simple. ¡Ahora si! Ya podía armar el bolso, unas semanas después con todo limpio y planchado estaba el bolso pronto.

Todo era doble, ¡hasta el cochecito! Y pensar en el costo de los pañales y los gastos que se sumaban a la gran familia era abrumador. Pero el amor y la felicidad que sentíamos lo superaba todo. No existe dinero que pague lo que se siente ser madre de dos bebes a la misma vez.

Y los movimientos en la panza…. casi siempre una respondía a los movimientos de la otra. Como una especie de comunicación entre ellas. Era maravilloso y emocionante poder sentirlo. Ya llegando a la recta final, casi sin moverme, la ansiedad invadía todo mi cuerpo. Ya no tenía acomodo ni por el día, ni por la noche. Lo que más deseaba era tener a mis dos bebas en mis brazos.

Así pasaron las 37 semanas de embarazo y por fin tuve a mis bebas en brazos. Es algo inexplicable, muy intenso, lo que se siente al ver y sentir a tus bebés por primera vez.

Hoy ya tienen seis meses, el tiempo pasó muy rápido. De vez en cuando pienso y recuerdo todo el proceso del embarazo, donde semana a semana recibía un e-mail de Babycenter donde te informaban en que etapa de desarrollo estaba el bebé y los cambios en tu cuerpo a nivel físico y emocional.

Estoy realmente agradecida y feliz de haber podido vivir esta experiencia de ser mamá primeriza y, además, ¡de mellizas!

Por Carolina Mazarino, mamá de Camila y Martina.