confesiones

Mujeres de Montevideo: Laura

02 Dec 2021

Ferpectas

Mientras caminábamos por las calles de Palermo, nos encontramos con Laura y nos tomamos unos minutos para conocer su historia. Cuando le preguntamos si siempre pasaba por esa feria, nos dijo que fue pura coincidencia estar ahí ese día. Aquí compartimos su testimonio contigo:

 

“Uno de los momentos más felices de mi vida fue cuando me gané una beca de estudios e hice un viaje que se llama Ruta Quetzal, que me dio la oportunidad de viajar 2 meses con alrededor de 350 chicos de todo el mundo. Tenía 16 años cuando la gané y era un recorrido por México, Belice, Guatemala y España.

Recuerdo estar absolutamente feliz. En Colombia nos habíamos presentado 1000 chicos y pasamos cuatro. Las posibilidades de ganar eran bien remotas y fue una de las grandes alegrías para mí. De hecho, fue ahí que conocí a una gran amiga uruguaya por la que terminé viniendo a Uruguay 10 años después.

Fue una experiencia que me abrió la mente. Con 16 años, en plena adolescencia, te sentís que sos el centro del mundo y ahí entendí que había miles de otras personas que también creían que eran el centro del mundo y que teníamos mil experiencias para compartir. Ese viaje me hizo cambiar de parecer de lo que iba a estudiar. Iba a estudiar Ciencias Políticas y terminé estudiando Artes.

La amistad que se genera, el entender que estas personas con las que conviviste intensamente 2 meses se vuelven tus amigos para el resto de la vida, es maravilloso. Hay gente que no la veo hace 10 años, pero nos encontramos un día y somos como hermanos. Con mi amiga uruguaya siento una hermandad impresionante, aun siendo bien distintas, con culturas diferentes y otras formas de ver el mundo.

La primera visita que hice a Uruguay fue por ella, después ella fue a Colombia y yo volví a venir. Me hizo un recorrido por Uruguay que me encantó. Hizo todo lo posible para mostrarme lo más lindo para que me quedara. Y cuando estuve viviendo en Argentina venía de visita hasta que con mi pareja dijimos ‘éste es el lugar’ y nos quedamos.

Me trae el amor al campo, a lo rural, a las ciudades más pequeñas. Bogotá es grande, tiene 9 millones de habitantes. Montevideo tiene eso de que es pequeño pero sigue siendo la capital. Mi pareja trabaja acá en el campo, tiene un proyecto que acaba de estar incubado en Sinergia. Él es chileno y aunque estamos hace 5 meses ya estamos los dos trabajando, tenemos amigos…

Yo soy artista audiovisual y actualmente trabajo en un documental uruguayo sobre Candombe. Trabajo en una casa cultural, coordino las actividades, aquí en Palermo, y ahora estamos organizando un festival de cine y música para fin de año.”

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“La muerte de mi abuela fue muy difícil para mí porque fue como una reconstrucción de la vida y del espacio. En un departamento donde vivíamos tres (mi madre, mi abuela y yo), de repente quedó una habitación vacía. Yo fui criada por mi abuela y fue la primera muerte que de verdad me tocó. Fue un entender la muerte, entender la ausencia, y la reconfiguración del espacio también con mi madre. Vivíamos las 3 juntas y se nos había ido esa tercera pata que nos ayudaba a comunicarnos.

También hubo un antes y un después importante para mí luego una ruptura amorosa que tuve. Fue un entendimiento de que no me hacía bien esa relación y tomar esa decisión fue difícil. El entender que no era una cosa coyuntural de ‘estamos pasando por un mal momento’ sino algo estructural. Tomar esa decisión y romper el lazo emocional no solo con él sino también con la gente que estaba a mi alrededor fue difícil pero de mucho aprendizaje.”