confesiones

Mujeres de Montevideo: Alicia

02 Nov 2018

“Soy maestra en la escuela y trabajo con los niños de tres años. Me encargo de nueve niños todos los días. Un día empezamos a experimentar con materiales didácticos y manualidades, a modo de juego. Descubrimos cómo les gustaba a los niños combinar colores y diseños con masa. Ese juego se transformó en mi emprendimiento. Nos movemos en la red de emprendedores.

Es un material que elaboro a partir de harina, no contiene ningún producto tóxico y el objetivo es volver a los materiales naturales para generar algo con tus propias manos.

Creo que es parte de una necesidad que existe hoy de formar al ser humano a partir de cosas que tengan que ver con nuestra propia naturaleza. En un momento evolucionamos tanto con la tecnología que casi todos los juegos son a través de pantallas. De repente eso no se conectaban con nosotros mismos, por eso hoy en día estamos en la búsqueda de un camino para volver al origen de lo natural.

Lo que me hace muy feliz de este emprendimiento es que me conecta con todo lo que disfruto hacer junto a los niños y no se trata solo de comercializar el producto que yo elaboro, sino brindar alegría al momento de presentar el producto al público. El emprendimiento se llama Casuharina, que además de que es el nombre de una planta, surge por mezclar la palabra casualidad con harina, porque es un producto que nació de la harina y jugando por casualidad.”