confesiones

La previa al casamiento, por Belu Mare

26 Jan 2018

Estoy hace unos días en la playa y vino de visita una amiga de mi novia. La misma se va a casar y vino a pasar el finde para descansar.
Estando acá decidí escribir sobre ella y su experiencia previa al casamiento. Capaz que ya pasaste por eso o vas a pasar así que bienvenid@ a leer esta locura de una persona previa al casamiento.La propuesta fue de lo más divertida. Estaban cenando en la casa en la parte del jardín tomando un champagne. Hacía unos meses que se habían mudado así que no se lo esperaba, pero ya hace 5 años que están juntos. El chico, improvisando al %100, agarro el metal de la tapa de la botella y lo hace anillo y se lo coloca debajo de la copa. Ella lo agarra y dice ¿que es esto? y el ahí le dice “te queres casar conmigo” – ella empezó a reírse. Le dijo que si. Y ahí empezó toda esta aventura.

Antes de seguir con la historia, viene la pregunta siguiente a la propuesta ¿cómo hacemos? ¿Iglesia? ¿Civil solo? ¿En el lugar o en otro lado? El novio le propone ir solo al registro civil, casarse e irse a la casa. Lo cual ella se puso mal, de verdad, diciéndole que no tiene gracia casarse así y menos irse a dormir sin festejar. Además es una fecha que ella siempre había querido y era una decepción no hacer nada. Para sumarle, ella quería casarse por iglesia y él no. Aclaremos, todo por vergüenza porque no le gusta ser el centro de atención. En esa misma discusión llegaron al acuerdo de que si no iba a haber iglesia entonces se hace una fiesta.

Como toda cosa pensas que faltan mil años ya que no sabes cuándo será la fecha. La propuesta fue en diciembre del 2016 y se casan en Marzo del 2018.

Lo primero que hicieron fue pensar en una fecha exacta porque es necesario reservar el lugar mínimo un año antes. Ahí empezaron a buscar lugares, armaron una lista y comenzaron a mandar emails y averiguar precios, etc. Los que les gustaban, iban a verlos. Lo genial fue que el primero que ella vio y dijo es este, fue literal el que eligió después entre todos.

El día que fueron a verlo había otra pareja que estaba buscando para el mismo día. El primero que señaba se lo quedaba. Al otro día fueron de nuevo y lo señaron. Tip, hace la seña con tarjeta de crédito porque los salones entran en rubro gastronómico y te sacan los puntos de iva. Ahora si empezó todo. En los salones de fiesta te ofrecen dos opciones, salón solo o con servicio integral (incluye todo). Ellos eligieron solo porque ya contaban con servicio de catering.

Llegó el momento de contratar al catering. Ellos te mandan distintas propuestas y vos elegís la que más te guste. Es uno de los momentos más divertidos porque ¡te partís la boca!

Ahora llegó el momento del vestido. La suegra es modista y ya habían hablado que ella se lo hacía. Pero de todas formas fue a ver vestidos a las diferentes ferias qué hay de novias. En ese recorrido encontró un lugar y encontró EL vestido. Antes de encontrarse con el correcto se había probado mil diseños diferentes. Probándose le dice a la chica del local “viste el vestido de pampita en los Martín Fierro, ese sería el ideal” lo cual le respondieron “tengo algo parecido” ¡lo cual enloqueció! Cuando se lo trajeron era ese y le dijo SI al vestido. Ni lo dudó. Pero el problema ahora era ¿cuánto sale? Porque era el perfecto y entre toda la locura y emoción no consultó el precio. Ella pensó que salía $50 mil pero eran $26, ahí lo señó. Después la hermana fue y se lo compró de regalo de casamiento.

Después empezó la etapa de averiguar todo lo que es bebida, Dj, fotógrafo, maquillaje y peinado. Todo lo que es maquillaje y peinado no podés abaratar en nada. O sea hay diferentes precios pero no es algo que puedas ahorrar mucho. Fotógrafo, lo peor. Te mandan presupuesto de $140mil por foto y video. Llorás. Te lleva mucho tiempo buscar algo pero se puede encontrar. Ellos decidieron solo fotos.

El tema bebida empezó a averiguar en distribuidoras por un tema de consignación, pero lo único malo es todos los meses sube el precio. Entonces ¿qué hicieron? Empezaron durante todo el año previo al casamiento, a traer de freeshops, Buenos Aires y demás, bebidas a mejor precio. Igual lo más difícil es el tema cerveza, que es lo que más te cambia el precio. Lo bueno es que se acordó de alguien que conocía que trabaja en una importadora, mandó email y fue el mejor negocio para eso. El Dj estaba incluido en el presupuesto pero hablando con otras personas que se casaron ahí, le comentaron que no estaba bueno. No se respetaba la música y digamos que es una de las cosas más importantes. Contrataron uno aparte.

Tres meses antes de la fecha del casamiento, tenés que ir al registro a anotarse. Ellos viven en Montevideo pero tuvieron que ir al de Canelones (Ciudad de la costa) porque el salón queda en canelones. Ahí tenés que llevar testigos e ir a pagar el diario oficial. En el registro te llena todo a mano. Si. Papel y lapicera. Lo peor de todo es que en el 2018 era digital, 15 días antes tienen que ir a buscar el expediente a Ciudad de la Costa, llevarlo al registro de la ciudad vieja, pagar y volver a llevarlo a la costa. ¿Pueden creer? Se pierde todo un día de trabajo.

A todo esto el novio no le dio mucha bola a la vestimenta. Hace unos días, y ya queda poco para el casamiento, fueron a una tienda y se hizo uno.

En resumen, ahora queda solo 1 mes y medio y todavía falta encontrar el auto que la va a llevar al casamiento, el cotillón, el refresco y el agua.
Teniendo todo organizado, están tranquilos. Los nervios y la ansiedad existen pero esta todo listo para tremenda noche.

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