descanso

Trabajando la aceptación, por Carmen Piña

28 Apr 2020

Desde que comenzó este periodo de un tanto inusual en nuestra vida, llamando cuarentena, hay una palabra que viene a mi mente una y otra vez ACEPTACIÓN. Y no porque lo tenga para nada resuelto en mi vida si no todo lo contrario, este ultimo mes me ha hecho chocarme de frente con mi falta de aceptación, falta de aceptación hacia mí misma, hacia los que me rodean y hacia el presente. Hacerme consciente de esto debo decir que a mi ego no le causo demasiada gracia y pase por un momento de enojo conmigo misma al darme cuenta como en mis clases de yoga repito una y otra vez  “la importancia de aceptar nuestra realidad tal y como es, sin juzgar ni analizar” y ver la falta que me hace a mi eso, haz lo que yo digo pero no lo hago, se podría decir jajaj.

Debo confesar que esta no aceptación me ha acompañado siempre, toda mi vida reaccione con ira enojo o rebeldía cuando las cosas no eran como yo quería, solo que este ultimo mes en el que las distracciones habituales no están tan presentes, la convivencia se ha hecho mas intensa y los planes que teníamos para el futuro cercano se desarmaron, se ha hecho mucho mas evidente.

Hoy, luego de unas semanas de lucha con todo y todos, elijo tomar esto como una gran oportunidad  y trabajar esto que vengo posponiendo hace tanto tiempo  y esta claro que esto no sucederá de la noche a la mañana pero un día a la vez decido encararlo con mi mayor voluntad.

Como un mantra me repito una y otra vez a mi misma “El presente es perfecto tal y como es.” hay momentos que esta afirmación suena como una verdad absoluta y otros en que me resulta como una gran mentira de la que me quiero convencer, pero no me importa continuo repitiéndolo varias veces al día.

Parece que el inconsciente no puede diferenciar la mentira de la verdad por lo tanto toma como verdad lo que se piense y en la repetición de la afirmación el inconsciente se convence que es una realidad.

Otra de las cosas que hago para trabajar la aceptación es meditar. Medito todos los días entre 15 y 20 min, esto para mí no es nada sencillo me cuesta mucho tener constancia en esta práctica pero desde hace algunas semanas lo hago religiosamente. Simplemente me siento en un lugar tranquilo y durante esos minutos observo los pensamientos que pasan por mi mente, observo sin analizar, no importa el porque de ese pensamiento; observo sin juzgar, no hay pensamientos buenos ni malos; observo sin resistirme a lo que pueda surgir y en la medida que suelto la resistencia mis pensamientos pierden fuerza, pierden poder.

Se que estoy lejos de poder resolver esto y que varias veces me vuelvo a ver en el mismo lugar, vuelvo a tropezar con las mismas piedras en el camino pero poco a poco algunas “fichas comienzan a caer” y soy cada vez mas consciente de que:

-Las personas que me rodean no son las que me hacen sufrir,  el sufrimiento viene de la no aceptación por mi parte de su forma de ser.

-No podes cambiar aquello que te rodea sin antes cambiar vos mismo. No se puede pretender que los otros cambien, sino que lo único que podes cambiar es tu visión de las cosas.

-Aceptar no significa resignarse. Aceptar no implica renunciar a cambiar las cosas, sino solo reconocer cómo es la realidad en el presente, afrontarla y desde ahí poder trabajar para superar el obstáculo.

-La aceptación va de la mano de la comprensión y de la tolerancia, es decir del AMOR.

Espero que estas palabras resuenen en vos y si te sentís de forma parecida tengas el coraje para afrontarlo, trabajarlo, pero no desde el juzgarte ni culparte sino desde el amor hacia vos misma y desde la certeza que te mereces vivir una vida mas plena, mas en calma.