confesiones

Tatuajes, por Belu Mare

01 Dec 2020

Creo que tengo experiencia en el tema y hoy les vengo a hablar sobre mis tatuajes. No les voy a contar qué son, qué significan y todo eso, sino el porqué me los hago, cuando empecé, con quién me los hice y que tips tener en cuenta.

Hoy en día (cuando lean esto seguro tengo alguno más) debo tener más de 50 tatuajes,  solo en el pecho y en los brazos. Todavía no empecé a taturame otros lados y creo que me falta para eso.

Toda la vida me gustaron los tatuajes pero siempre fui una persona muy racional respecto a esto. ¿Qué quiero decir? Que no me hice tatuajes cuando tenía 13, 15, 18 años. No. Empecé como a los 23/24 años. ¿Porqué? Por que creo que uno tiene que empezar a rayarse el cuerpo cuando alcanza cierta madurez. Esto depende de cada uno pero a mí me paso eso. Es como cuando les escribí sobre Chester (si no lo leíste busca ese artículo, es muy lindo). Capaz que cuando tenía 15 años mi relación con Chester no iba a ser la misma que cuando llegó a mi vida a los 25 años. Es otra cabeza, otra responsabilidad.

Primero; no hay nada más lindo que pagarse las cosas uno mismo. Tener tu dinero para decir Ok, me voy a tatuar. Te lo pagas vos y son cosas que no salen barato. No tenes que darle explicaciones a nadie.

Segundo, saber qué queres hacerte. Creo que cuando uno está pasando por la fase adolescencia, muchas veces hace las cosas por rebelde, para molestar su alrededor o porque otro se lo hace, etc. Pero esto es algo que te va a durar toda la vida. Estoy segura que más de una lectora debe tener algún tatuaje que se arrepiente porque se lo hizo a los 18 años o antes. Y a eso me refiero con lo que puse al principio, el saber, el estar seguro.

Yo cuando empecé a tatuarme, sabía en lo que me estaba metiendo y sabía que me gusta tanto que iba a seguir rayándome el cuerpo. Porque para mí no hay nada más lindo que un tatuaje. No lo hice por nadie, lo hice por mí. No lo hice para mostrar que soy re loca y me tatúo, lo hice porque me gustan a mí y no me importa que piense el resto. Y esa es la diferencia. Ahí está el problema. No es una moda para mí, es mi estilo de vida. Me siento cómoda con mi cuerpo tatuado.

Tengo de todo, posta, DE TODO. Pero no me arrepiento de ninguno. No soy la persona que te va a decir TODOS TIENEN UN SIGNIFICADO porque te estoy mintiendo en la cara. La mayoría no significan nada pero otros sí. Desde mi primer tatuaje que fue un corazón y una frase (clásico, no me lo haría hoy pero está en mi cuerpo y forma parte y me gusta) hasta el último que me hice, todos, los quiero. El conjunto queda divino. Seria rarísimo hoy en día que uno de ellos falte jajaja.

Siempre me preguntan: ¿Duele? No, no si hablamos dolor como sufrimiento. Es un dolor lindo, no incómodo. Te están clavando varias agujas, claro que sentís algo, pero no es dolor. A mí me da placer, es mi terapia. Yo voy y saco todas mis energías ahí, me relajo, hasta me da sueño tatuarme. Hay lugares que duelen más que otros. Los brazos no duelen y duelen mucho menos cuando conoces el dolor en el pecho, pero tampoco es terrible el dolor. Hay más hueso y se siente más, pero se puede hacer tranquilamente.

Otra de las preguntas que me hacen es: ¿No te aburrís de verlos todos los días? Y esto es lo que arriba les puse. No. Lo hago porque me gusta y me encanta tener así mi cuerpo para siempre. Porque los voy a tener hasta el último día de mi vida. Si pienso que me voy a aburrir, ¿porqué me lo haría?

Otra pregunta es: ¿Dónde te lo haces? Yo creo que encontrar tu tatuador es como ese momento en busca de un psicólogo o del peluquero perfecto. Una vez que lo encontras, usas solo ese. Tenes que tener una conexión con tu tatuador, un vínculo. Confianza. Te tiene que entender y conocer. Porque es quien te va a escribir sobre el cuerpo algo que dura para siempre, pero no solo eso, sino que también quien te tiene que decir NO LO HAGAS si ve que no es para vos ese tatuaje. Tenés que encontrar esa persona que no lo haga solo por la plata que gane, sino porque le gusta lo que hace.

Vieron que es diferente cuando vas a las peluquerías gigantes que te atiende cualquiera, están todos apurados, pedís que te corten así o te peinen así y te hacen cualquier cosa, a esas que encontrás el peluquero que te entiende y te hace lo que querés aunque no le digas nada. Pasa a ser tu peluquero personal y vas siempre al mismo.

Esa es la clave del lugar donde te tatúas. Capaz que les parece muy exagerado, pero créanme que cuando tienen 50 tatuajes, ya sólo vas a uno y esa persona le entregas tu cuerpo con los ojos cerrados. Mi tatuadora se llama Lorena y hoy es mi amiga (Lucky Star tattoo es el estudio) y si tengo que recomendarles a alguien: es ella.

Así que disfruten de su cuerpo. No critiquen el del otro. Es muy común decir ‘ay siendo tan linda tantos tatuajes’ o ‘no sé qué vas a hacer de vieja con ese cuerpo’. No. Basta de ese tipo de comentarios. Yo mi cuerpo lo veo hermoso. Es más, tatuarme me dio mucho más confianza y me hizo querer mi cuerpo mucho más que antes.

Más adelante, en otra nota para este hermoso blog, voy a contarles sobre mis tatuajes, los diferentes estilos que tengo, qué significan algunos y cómo me los cuido. Hoy me fui de tema para otro lado como me pasa siempre. ¡Prometo seguir hablando sobre esto!

Nos vemos en breves.