A Stefanía le gusta cocinar desde pequeña, pero al finalizar el liceo cursó Diseño e Indumentaria. Recién a los seis años de estudio se dio cuenta de que necesitaba un cambio y que era el momento para descubrir su verdadera pasión. Entonces, apenas terminó la carrera, se fue con su novio a Nueva Zelanda, en busca de un trabajo que la hiciera sentir plena y feliz.  

Al llegar comenzaron haciendo el famoso kiwi picking, entre otros labores que surgieron a medida que pasaba el tiempo. Luego, a los siete meses, decidieron dejar de ser mochileros y se instalaron en Wanaka, un pueblito entre montañas, con un lago increíble, del que Stefanía tiene los mejores recuerdos y que le da brillo a sus ojos cada vez que lo menciona. En este lugar tuvo la oportunidad de trabajar en un café, donde comenzó como bachera  y ayudante de cocina.

“El primer día me dieron una receta y me dijeron: “Hacela”. En un comienzo sentí inseguridad, fue caótico y estresante, porque nunca había trabajado en una cocina y no estaba acostumbrada a su ritmo,  además no manejaba ciertos términos en inglés, propios de éste ámbito. Pero después dije “estoy en mi salsa” y, aunque muchas veces me estresaba, me encantaba ver el producto terminado, porque cocinar es como una terapia para mí”, recordó emocionada.

En este restaurante comenzó la carrera que realmente quería y aprendió a hacer galletitas (entre otras recetas) para acompañar el café. Día a día creció su amor por la cocina y adquirió experiencia gracias a la enseñanza de sus encargados y al observar el trabajo de sus compañeros, quienes terminaron convirtiéndose en su familia. A las cookies las hacía todos los días, pero no sólo para vender, también para su novio Nacho, fan número uno de sus delicias.

Después de siete meses de trabajo le propusieron ser chef, pero debían continuar su viaje. Fue difícil para Stefanía rechazar esta propuesta, pero en Australia logró continuar con su sueño. Trabajó como chef en un restaurante tex-mex, en un pub y finalmente en un restaurante de brunchs.

Luego de tres años en el extranjero ambos tomaron la decisión de volver a Uruguay y comenzar con un proyecto que los identificara con el viaje que les cambió la vida, que los hizo madurar y que les mostró el camino hacia la felicidad. Como Nacho es barista y Stefanía quería continuar cocinando, emprendieron con Café Nómade, el primer coffeetruck del Uruguay, idea que surgió en una campervan durante varias horas de ruta por la costa australiana. Así que hoy las cookies pasean sobre ruedas por eventos de Montevideo y son la receta perfecta, hechas con mucho amor, para maridar el café. Si no las probaste aún estate atenta a sus próximos eventos, porque no sabemos cuándo les vuelva a picar el bichito viajero.

Receta Cookies de chocolate

Ingredientes -para 35 cookies de 8 cm de diámetro aprox.-:

3 tazas de harina
1 taza de cacao
1/2 cc de bicarbonato
2 taza de manteca (temperatura ambiente)
1 1/2 taza de azúcar rubia
1 1/2 taza de azúcar blanca
1cc de vainilla
3 huevos
1 taza de chips de chocolate

Procedimiento:

1- En un recipiente cernir y combinar ingredientes secos.
2- Batir los huevos.
3- Batir azúcar, manteca y vainilla.
4- Ir agregando de a poco a los ingredientes secos la mezcla anterior y los huevos batidos.
5- Agregar chips de chocolate.
6- Con dos cucharas formar bolitas y colocarlas en una asadera.
7- Hornear por 10 minutos, a 170 grados.