confesiones

Recetas con historia: Agustina y su torta de chocolate

17 Nov 2016

Dulces Melodías

Por: Lala Antúnez
Fotos: Magdalena Ruiz

Agus o Guch, como le dicen sus seres queridos, es una emprendedora de 17 años que encontró en la cocina el medio para cumplir su sueño: ser cantante. De esta combinación surgió Dulces melodías, una tienda de “cosas ricas para aprender a cantar”. Por encargue ella prepara galletitas, alfajores, pan de nuez, palitos de queso, cupcakes, pero su especialidad es una torta de chocolate cubierta de dulce de leche y pastillas rocklets. Junto a su hermana Valentina, Guch contó que la receta esconde un secreto y que la abuela postiza Iaia, su principal inspiración para cocinar y cantar, se lo dijo sólo a ella.

Iaia llegó de Galicia a Montevideo con 20 años. Nunca se casó ni tuvo familia. Fue quien crió a su padre Rafael y trabajó en su casa desde antes que él naciera. “Para papá fue como una segunda madre y para nosotros más que una abuela. Cocinaba como los dioses. Y su torta con un baño de chocolate era una tradición. Si Iaia quería a los novios les cocinaba la torta, si no, no”, recordó Valentina entre risas. También contó que a la hora de cocinar sacaba a todo el mundo de la cocina, menos a Guch. “Además, no escatimaba en nada, si la receta decía cuatro cucharadas de dulce de leche ella ponía ocho. Y no podía faltar el ingrediente principal: el amor. Ella siempre nos decía que hay que ponerle cariño a las cosas”.

Dulces Molodías

Dulces Melodías surgió en julio de 2015, en Sinergia Cowork. La torta fue un éxito en la despedida que le organizó Guch a Ale, una amiga que se iba a Estados Unidos. Maca Botta, la ex directora de Sinergia, luego de probarla le dio la idea de venderla para recaudar dinero e invertirlo en algo que le guste hacer, y desde ese entonces no ha parado de recibir encargos. “Todo empezó como un chiste en las vacaciones, pero después empezó a ir semanalmente a Sinergia. Entonces llego el momento de ponerle nombre al emprendimiento y mamá dijo Dulces Melodías”, explicó Valentina. Luego, comenzó a pagarse ella misma las clases de canto en la escuela de música 440.

Para la familia es un emprendimiento lúdico que le permite cumplir un sueño. Aprende jugando, cocinando y cantando, pero también administrando lo que recauda luego de las ventas. En Sinergia le enseñaron un sistema para aprender a contar el dinero, lo que la ayuda a ser más independiente. Como indica en su fanpage “Dulces melodías es la excusa. Las clases de canto, la meta y motivación. Ser cantante, el sueño”. De esta forma disfruta al cien por ciento de cada uno de los procesos.

Este año, tras el fallecimiento de la abuela Iaia, se tuvieron que mudar, por eso Guch dejó momentáneamente las clases de canto y acepta menos encargos que antes. Mientras se prepara para volver al ritmo que llevaba hasta entonces, realiza cursos de cocina, lavado y expresión corporal en la fundación Pro Integra. El próximo objetivo es retomar las ventas durante el verano para continuar financiando las clases de canto en 2017.

Dulces Melodías

Dulces Melodías

Ahora, su abuela Charo y su mamá María José son quienes la ayudan a cocinar. La hermana Lula, diseñadora de Pasqualini, se encarga del packaging. Y Valentina coordina los eventos en los que Guch arma su stand o canta, como ya lo hizo en Human Camp, en una conferencia sobre autismo en Kibón y en eventos de Sinergia. El resto de la familia cumple la función de catadores, como su hermano Pancho, que le encanta comer, o la acompaña con la guitarra.

Guch, que heredó el espíritu emprendedor de su hermana Valentina -fundadora de la productora social Ikusi– logra todo lo que se propone. Es muy perseverante, por eso su ídolo musical es Luis Fonsi y el tema que le encanta interpretar es “Yo no me doy por vencido”. Las baladas son su género musical favorito y es muy importante para ella que tengan “mensajes lindos”, como la canción “Color esperanza” de Diego Torres, otro tema que también acostumbra a cantar.

Dulces Melodías

Receta Torta de chocolate

Ingredientes para 20 porciones aprox.:

3 tazas de harina
2 tazas de azúcar
1 taza de chocolate
1 cucharada de Royal

Procedimiento:

Mezclar todos los ingredientes secos.
Mezclar y agregar a los ingredientes secos 2 huevos batidos y 1 taza de aceite.
El secreto que no se puede decir y al horno.
Una vez que está lista y fría, Agus la decora con dulce de leche y pastillas de colores.