cocina

Mariana: Espumilla de limón

18 Feb 2016

Su infancia huele y sabe a espumilla de limón, el postre que comía en la casa de su abuela. “¿Después me podés dar un poquito?”, pregunta Olivia, su hija de 8 años, mientras Mariana cuenta que su elaboración es sencilla, con ingredientes muy fáciles de encontrar en cualquier cocina. Por eso, desde que la tía le pasó la receta, se ha convertido en su comodín para el verano, que le “da la posibilidad de crear algo sabroso con casi nada y en poco tiempo”.

En honor a su antiguo hogar, donde las comidas del día eran un momento de disfrute compartido, cada mes hace un evento que denominó “Cine y cena”. En un ambiente acogedor, su casa, la alimentación trasciende los fines nutricionales para vincularse con aspectos emocionales. Quienes hayan asistido, seguro probaron la espumilla de limón al mismo tiempo que disfrutaban una película.

Es un postre fresco, liviano y versátil que juega con diferentes texturas al combinar el limón con el azúcar. Y así se lo toma Mariana, como un juego que comparte con Oli. Mientras ella termina de preparar la espumilla, la pequeña deja de hacer collares con mostacillas de colores para exprimir los restos de limón y hacer un jugo.

Mariana no tiene un recuerdo de la primera vez que lo probó, porque es algo que se comía de forma muy cotidiana. Sólo recuerda estar sentada en la mesa grande del comedor, comiendo el postre con toda la familia. Su abuela no era una gran cocinera, seguía muy pocas recetas, de guisos principalmente, o del locro argentino, pero lo que hacía era delicioso y logró transmitirlo de generación en generación. Así que la espumilla es una de esas recetas que se hace “a ojo”.

Para Mariana el limón representa un universo de sabores ya que se puede combinar con otros ingredientes. No le gustan los postres dulces, prefiere los ácidos, pero cuando hace espumilla de limón para niños le agrega más azúcar. Si los comensales son adultos siente la libertad de experimentar y probar, porque cocinar inventando la relaja, y cocinar para los demás le produce placer. Destaca que “es saludable al mismo tiempo que no exige acudir a ingredientes complejos, con puntos de cocción específicos que obligan a la profesionalización. Esto está al alcance de todos y podés modificarlo a piacere utilizando otros ingredientes”. Entonces, a partir de una base con limón utiliza otras frutas, como naranja o maracuyá y les agrega crema de leche.

Oli está acostumbrada a todas las recetas que su mamá hace con limón. Tanto le gustan que no se aguantó y metió el dedo en el recipiente antes de que Mariana lo guardara en la heladera. Luego continuó con los restos que quedaron en las aspas de la batidora. Así comprobó que no dura de un día para el otro, es un postre que luego de probarlo se quiere repetir una y otra vez.

 

RECETA

Ingredientes (para 4 porciones):

3 Huevos
3/4 taza de azúcar
1 limón grande o dos limas
1 sobrecito de gelatina sin sabor
1 cdta de Royal

Procedimiento:

1- Separar las claras de las yemas.
2- Por un lado, batir las claras a nieve con media taza de azúcar y Royal. Por otro, batir las yemas con el azúcar restante.
3- Hidratar la gelatina sin sabor con un poco de agua caliente.
4- Aparte, exprimir el limón, rayar su cáscara y añadirle la gelatina sin sabor. Luego, llevar a fuego lento, siempre revolviendo para evitar los grumos. Cuando comiencen a formarse burbujitas apagar el fuego.
5- Verter la mezcla del jugo de limón con gelatina sin sabor sobre las yemas y batir.
6- Verter por etapas la anterior preparación sobre las claras a nieve, siempre con movimientos envolventes para que no se baje el batido.
7- Llevar a la heladera (no al freezer) por tres horas.
8- Para finalizar se puede decorar con crema chantilly, frutas, chocolate rayado o almendras.