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Embarazo vegetariano

31 Aug 2020

Ser vegetariana no debería convertirse en un problema cuando se está embarazada.  De todas formas, es recomendable consultar a un médico de confianza que pueda brindar un asesoramiento más específico sobre cómo alimentarse durante esos 9 meses.

El vegetarianismo se basa en la no ingesta de carne animal, aunque existen algunos vegetarianos que incluyen el pescado en su dieta y otros que también consumen alimentos como leche, manteca o queso, que derivan de animales.

Si bien a lo largo del embarazo surgen nuevos requisitos en cuanto al consumo de nutrientes,  las mujeres vegetarianas pueden mantener su modalidad de alimentación, siempre y cuando se adicionen productos ricos en nutrientes cuidando, a su vez, que no contengan una gran cantidad de grasas o azúcares.

Vitaminas y minerales que no deben faltar un embarazo vegetariano

Hierro

No sólo es importante el consumo de hierro, sino también el encontrar la forma de mejorar su absorción durante el embarazo, sobre todo para las vegetarianas. ¿Por qué? Nuestro cuerpo puede asimilar de manera fácil el hierro que se adquiere a través de los alimentos de origen animal, pero tiene ciertas dificultades a la hora de asimilar el hierro proveniente de los alimentos vegetales.

Para favorecer su absorción y asimilación, es recomendable ingerirlo junto a alimentos que sean fuentes de Vitamina C (frutas cítricas, brócoli, papa, tomate, etc.).

En las dietas vegetarianas podemos encontrar hierro, por ejemplo, en: porotos, lentejas, soja, frutos secos, semillas, verduras de color verde oscuro  y cereales (entre otros).

Calcio

Las mujeres embarazadas y vegetarianas no deberían presentar problemas relacionados a la falta de calcio en sus dietas. Al contrario, el no consumo de carne contribuye a que el cuerpo retenga el calcio que se absorbe.

De manera similar al hierro, en una dieta vegetariana podemos aumentar los niveles de calcio a través de: verduras de color verde oscuro, semillas de girasol, leche animal o leche de soja fortalecida con calcio extra, higos, frutos secos y tofu (entre otros).

Ácido Fólico

El ácido fólico es en realidad un tipo de Vitamina B. Se recomienda que el ácido fólico se empiece a consumir antes de estar embarazada, cuando comienza la búsqueda.

¿Por qué es tan importante? Este nutriente es una clave fundamental durante el desarrollo del bebé. Tomarlo antes y durante el primer trimestre del embarazo podría llegar a prevenir desde abortos hasta anomalías congénitas.

El ácido fólico, junto con la Vitamina B-12 y la Vitamina C, colabora con la creación de nuevas proteínas en nuestro cuerpo, cuyos requerimientos aumentan un 30% durante el embarazo.

Se puede encontrar este nutriente, de manera natural, en: verduras de color verde oscuro, porotos, lentejas, frutas cítricas y sus jugos.

Vitamina B-12

La Vitamina B-12 puede encontrarse de manera natural en muchos alimentos de origen animal, por lo que se vuelve más difícil encontrarla en los alimentos vegetales, a menos que sean fortificados. Para asegurarnos su incorporación a nuestra dieta, podemos chequear las etiquetas de información nutricional en los alimentos que consumimos.

Los huevos, la leche (animal o de soja), el cacao y el extracto de levadura (entre otros) son una gran fuente de Vitamina B-12 para las mujeres embarazadas.

Si bien el embarazo y la vida vegetariana pueden ser totalmente compatibles, es muy importante que consultar con un profesional que pueda brindar toda la información necesaria para llevar adelante un embarazo totalmente saludable.