sexo y pareja

Esas cartas de amor, por Belu Mare

04 May 2019

Hola, ¿cómo están?
Mayo. Si Mayo. Yo no lo puedo creer. No se si a ustedes les esta pasando lo mismo pero estoy viendo como el tiempo se va y se va rápido. Estando sentada en el sillón de mi casa, el día pasa más rápido que antes. Acá hay algo raro. Un día armaremos una teoría sobre qué pasa con el tiempo. Pero no es el tema que toca hoy.

Hoy empezamos una nueva sección en este blog sobre cartas de amor. Si. Ésas cartas de amor que antes se escribían y después dejaron de hacerse. Yo me acuerdo cuando era chica le escribía hasta a mis amigas cartas de amor. Por qué si hablamos de amor, hablamos de amor en todos los sentidos. También le escribía cartas de amor a mis papas, a mis abuelas. Pero bueno la generaciones actuales creo que se olvidaron de la sensación y de lo hermoso que era escribir y recibir una carta de amor.
Así que en este artículo de Mayo decidí empezar con esta nueva sección que se va a llamar | esas cartas de amor.

La idea de de esta nueva sección va a hacer buscar esas cartas de amor de antes de personajes famosos e históricos y contar la historia acá. Poder leer sus cartas, vivir su romance, sentir y por qué no tal vez inspirarnos.

Aquellas personas que aman las palabras generalmente buscan la escritura para poder expresar sus deseos e intentar conquistar a la persona deseada. También aquellos que son bastante tímidos se animan a dejar en el papel aquello que les es difícil hacerlo frente a frente. Ya sea así o, actualmente, por un mensaje digital, las palabras van a ser siempre la forma más eficaz de la seducción

Hoy les voy a dejar la carta de Pierre Curie que le escribió a Marie Sklodowska.

Esta relación es una relación de levante. Mejor dicho, de cortejo. De buscar ese romance. De ese juego.

Una las cosas que más juegan al principio de una historia de amor es la atracción física pero fue más exactamente la atracción por la física que hizo que Pierre y Marie Curie se conocieran en el 1894.

María nació en Polonia y su papá era un profesor de física y matemáticas. Siempre la incentivo a estudiar y mucho, ya que esotambién le ayudaría a salir de una profunda tristeza por haber perdido a su madre y a su hermana desde muy chiquita.

En 1891 se recibió con su licenciatura en física y matemáticas y decidió profundizar en el conocimiento sobre la magnetización del acero templado. El profesor de esto era un francés romántico y apasionado que se había destacado por su estudio de la piezoelectricidad (la capacidad de algunos cristales de generar tensión eléctrica en respuesta a una fuerza mecánica).

Cuando se conocieron fue amor a primera vista y no tardaron mucho tiempo en percibir que iban a juntar sus átomos en una fusión de amor y ciencia que terminaría en uno de los más importantes descubrimientos científicos de su tiempo.
Sumado a un juego de cartas de amor de la que es parte está hermosa carta que van a leer a continuación que le escribió Pierre Curie a María un poco después de que sus destinos se cruzaran.

Dato importante es que se casaron en julio de 1894 y en el año 1903 recibieron el premio Nobel por el descubrimiento de la radio actividad natural, concretamente del radio y del polonio. Dicho nombre es en homenaje a la nacionalidad de Marie Curie que dedicó el resto de su vida a la ciencia, incluso después que Pierre murió siendo atropellado en 1906.

Textual:
Nada podría causarme tanta alegría como recibir noticias suyas. La perspectiva de permanecer dos meses sin saber nada de usted me resultaba extremadamente desagradable: por eso sobra decir que sus breves palabras han sido bienvenidas.

Confío que haga una buena provisión de aire puro y pueda regresar en el mes de octubre.  En cuanto a mí, no pienso viajar, me quedaré en el campo, donde pasó todo el día frente a mi ventana abierta, o en el jardín.Nos en cuanto a mí, no pienso viajar, me quedaré en el campo, donde pasó todo el día frente a mi ventana abierta, o en el jardín.

Nos hemos prometido (¿no es cierto?) albergar el uno por el otro cuando menos  una gran amistad. ¡A no ser que cambie usted de opinión! Pues no existe promesa que sea segura, sino que esas cosas que no se pueden forzar. Sin embargo sería algo hermoso, que casi no me atrevo imaginar, poder pasar la vida el uno junto al otro, hipnotizados en nuestros sueños: su sueño patriótico, nuestro sueño humanitario y nuestro sueño científico.

De todos esos sueños, sólo el último, creo, sea legítimo. Quiero decir con esto que somos incapaces de cambiar el estado social y, si esto no fuera así, no sabríamos qué hacer, pues el actuar en un sentido cualquiera no estaríamos nunca seguros de no hacer más mal que bien, retrasando cualquier evolución inevitable.

Desde el punto de vista científico, por el contrario, podemos tratar de hacer alguna cosa: aquí el terreno es más firme y todo descubrimiento, por pequeño que sea, seguirás siendo un paso adelante.

Ya ve cómo todo se encadena… Estamos de acuerdo en ser grandes amigos, pero si en un año usted deja a Francia, entonces será una amistad demasiado platónica de dos seres que no se verán más. ¿No sería mejor que se quedara conmigo? Sé que este asunto a la molesta y no quiero insistir más en eso; además me siento tan indigno de usted, desde todos los puntos de vista…

Había pensado pedirle permiso para reencontrarnos casualmente en Friburgo. Pero imagino que sólo estar allí un día. ¿No es cierto?, y ese día de verdad dedicarlo necesariamente a nuestros amigos Kowalski.

Créame si devoto amigo.

P.Curie

Pd: me haría muy feliz si pudiera confirmarme que cuenta con regresar en octubre. Si me escribe directamente a Sceaux, las cartas me llegan más rápido: Pierre Curie, rue de Sablons 13, Sceaux (Seine)

Fin.
Espero que les guste esta nueva “sección”. Nos vemos en la siguiente.