Nada como el aroma de un buen café para empezar el día o darse una pausa a media tarde. Y aunque en Chile cada vez hay más cafeterías de especialidad, la verdad es que muchos igual preferimos tomarnos el cafecito en casa, con calma y sin fila. ¿Se puede lograr un café realmente rico sin tener una máquina profesional? De todas maneras. Acá te dejamos 5 tips para subirle el nivel a tu café casero.

1. Elige buen café (y ojalá de tostado reciente)

Si estás usando café instantáneo, ya partimos mal. Intenta pasarte al café en grano o molido, idealmente de tostadores locales. En Chile hay muy buenas opciones de cafés de especialidad, incluso en ferias o por Instagram. Fíjate que tenga fecha de tostado y no de vencimiento: eso marca la diferencia.

2. Muele justo antes de preparar

Si tienes molinillo en casa, mejor que mejor. Moler el café justo antes de prepararlo hace que conserve su sabor y aroma. El tipo de molienda también importa: más gruesa para prensa francesa, media para V60, fina para moka. Y si no tienes molinillo, compra molido según tu método.

3. Agua buena = café bueno

Puede sonar obvio, pero el agua influye muchísimo en el sabor del café. Usar agua filtrada o hervida (pero no recién hervida) mejora el resultado. Evita el agua con sabor a cloro o muy mineralizada.

4. Respeta la proporción café/agua

Una buena regla base es usar 10 gramos de café por cada 180 ml de agua (una taza promedio). Si no tienes balanza, es más o menos una cucharada colmada por taza. Ajustá según tu gusto, pero ojo con pasarte o quedarte corto.

5. Probá distintos métodos y encontrá el tuyo

No todo es máquina espresso. La prensa francesa, la moka italiana o incluso el V60 (ese embudo medio hipster) pueden darte resultados increíbles. Lo importante es que disfrutes el proceso y el sabor. Armar tu propio ritual mañanero puede ser más satisfactorio que salir a comprarlo.

Bonus track: Acompañá tu café con un pancito amasado o una marraqueta recién tostada. Porque si vas a tomarte un café rico en casa, hazlo como corresponde: con cariño, sin apuro y ojalá con una vista bonita de fondo.