soy mamá

4 maneras de calmar a tu hijo en momentos de angustia

31 Oct 2022

Antes de empezar a hablar de los niños, respiremos hondo y pensemos: siendo adulto, ¿Cómo me calmo? Hay muchas formas como el mindfulness, la meditación, técnicas de respiración, terapia y la práctica de ejercicios físicos. Sin embargo, como adulto, todavía es difícil. Ahora, imagina lo que les sucede a los niños cuando están enojados , estresados ​​y ni siquiera tienen la experiencia, la madurez y los recursos que nosotros tenemos. Así que nuestra publicación de hoy trata sobre 4 maneras de ayudar a tu hijo a calmarse.

 

Al fin y al cabo, necesitan nuestro apoyo, aceptación y ayuda para aprender a calmarse , ya sea en momentos en los que están irritados o en momentos en los que su cuerpo pide movimiento, pero ese no es el momento ni el lugar para jugar a correr.

 

Veamos cómo podemos actuar con nuestras 4 formas de ayudar a tu hijo a calmarse.

 

1 – Cambia tu comunicación de negativa a positiva

Parece obvio, pero se necesita entrenamiento para cambiar la forma en que hablamos. A menudo, usar frases negativas es un hábito y, como cualquier hábito, se necesita práctica y persistencia para cambiar.  En lugar de decir: “¡Deja de hacer berrinches!” “¡Deja de quejarte!” “¡No me grites!” decir “Sé que quieres decirme algo, pero así no te entiendo. Vamos a calmarnos para poder entenderte mejor”.

 

 

2 – Evita la sensación de abandono

De nada sirve fingir que el niño no está enojado e ignorarlo, mucho menos menospreciar lo que siente el niño con frases como “esto no es nada”. ¿Sabes el efecto de eso? El niño se sentirá abandonado y aumentará la intensidad de la reacción y se irritará aún más.

 

Ser amable no se trata de mimar o eliminar las frustraciones. De hecho, si tenemos un concepto erróneo de lo que es la bondad, acabamos siendo permisivos. Ser amable significa tener respeto por el niño y por uno mismo. Mostrar respeto es validar tu sentimiento. “Yo entiendo. Puedo ver que estás molesto, enojado, nervioso”.

 

3 – Investiga el motivo

Siempre tratando de mirarnos primero: detente y piensa en cómo te ves cuando tienes hambre o cuando has tenido un problema en el trabajo. Entonces, ¿No le está pasando lo mismo al niño? Puedes estar irritada porque estás cansada, con sueño, incómoda, hambrienta o porque ha habido estrés en la casa. Luego investiga el motivo. Habla, pregunta, analiza lo que está pasando en ese momento o antes.

 

 

4 – Elige actividades para calmarlo

Hay juegos que ayudan a calmar a los niños. Algunos niños prefieren dibujar, otros prefieren la música. Te aconsejamos tener a mano un listado de actividades para proponerle al niño en estos momentos en los que necesita calmarse.

 

Recuerda que es fundamental que tu estés calmada primero y que tengas momentos para poder recargar tu energía para poder criar de la manera más amorosa y beneficiosa para tí y para tu familia.