Tradicionalmente en las Americas las comunidades tribales tienen un chamán o sanador que sabe entrar en el cuerpo de ensueño del paciente para entender de dónde proviene una enfermedad o un problema emocional. Estos sanadores tienen el conocimiento de los poderes curativos inherentes a la naturaleza. Esto incluye las propiedades curativas de las hierbas, los minerales, los cristales y los sonidos. Hoy en día, estas terapias – incluyendo la curación con cristales- están más a al alcance que nunca. Podemos acceder a ellas sin necesidad de recurrir a un tradicional chamán y cada persona puede experimentar  las cualidades sanadoras de los cristales con tan solo tenerlos en los manos.

 

Para experimentarlo, solo necesitás tener algún cristal, ya sea regalado o comparado en ferias o locales especialistas en cristales, o encontrado en la naturaleza. Sientate en algún lugar donde puedas tomar algunas respiraciones profundas con fin de relajarte y, con el cristal en mano, podés comenzar un dialogo con él. Atraves de su vibración, empieza a comunicarse con la energía de tu cuerpo y no tardarás en recibir mensajes sutiles sobre tu propio estado. Las energías que posee el cristal y la interaccion que tiene con tu propio campo de energía es lo que provoca la sanación. Esta interacción hace posible un cambio de vibración y una alineación más sana en tu cuerpo, incorporando la calidad del cristal en tu propio cuerpo energético.

 

Si sos nueva en este tipo de experiencias, puede ser muy revelador seleccionar los cristales por una atracción intuitiva. Es decir, elegir aquellos cristales que te atraen naturalmente por su color, forma o aquellos que simplemente “te llaman”.

 

Algunos cristales básicos para tener en cuenta serían los cristales de quarzo transparente, rosado, azul, y verde que ayudan a traer la consciencia hacia los campos de energía de nuestros cuerpos sutiles y físico. Nos conectan con nuestra intimidad en temas relacionados con el amor, la comunicación, la salud física y nuestros sentimientos, así como también patrones de pensamiento positivos o negativos con respecto a las mismas.

 

¿Para que te puede servir todo esto? Para ser consciente de cómo pensás, sentís y actuás y, de esa forma poder trabajar sobre nosotras mismas y lograr cambios donde quizás estamos trabados por repetición de patrones.