El maquillaje glow para mí es la mejor forma de verse bien a cualquier edad. No es necesario aplicar mucha cantidad de producto ni tener todos los productos para lograrlo, el resultado siempre es óptimo.

Para realizarlo primero debemos cuidar nuestra piel. Limpiarla e hidratarla todos los días y exfoliarla una vez por semana. Solo así ya tendremos un resultado diferente y positivo. El rostro debe tener brillo en las partes correctas, sino se verá como transpirado.

Glow significa resplandor, por eso el maquillaje se caracteriza por lograr una piel con efecto luminoso y ella será la protagonista. El resto, como los ojos y la boca, acompañarán el acabado de la piel.

Los productos principales para este trabajo serán los correctores y los iluminadores, la idea es que el rostro se vea fresco y saludable.

Con un pincel se debe aplicar el corrector en zona de ojeras, tabique nasal y mentón, para dar contraste con el resto del rostro. Luego con una base líquida, ligera y en poca cantidad haremos desaparecer enrojecimientos, poros y otras imperfecciones. Lo más importante es el iluminador por encima del hueso del pómulo, un toque que es el esencial.

También aplicaremos sombras, de texturas cremosas o brillantes, en los párpados, e iluminador en el lagrimal.

Es buena idea sumar un bronzer para los pómulos, y un brillo en los labios, siempre respetando el concepto de “menos es más”