moda & belleza

Tejiendo un sueño colectivo

17 Feb 2016

Lau Almeida y Elda González Santucho llevan adelante Ramona, una marca de indumentaria que busca generar consciencia en el mercado de la moda nacional e internacional.

Todo empezó en el año 2008 mientras Lau cursaba 4to año de la Licenciatura en Diseño de Modas en ORT. El hobby de su niñez se rápidamente se transformó en Ramona, un emprendimiento que conjuga una técnica tan antigua como el tejido de punto con la sociedad contemporánea. Lau empezó a tejer desde muy chica junto a su bisabuela Yugoslava y este proyecto surgió como una forma de plasmar una visión más moderna y actual del tejido.

En el 2014, a través de su profesora de yoga, Laura conoció a Elda, quien se desempeña como tejedora y muestrista de la marca. Juntas organizan clases de tejido en Ramona House, un espacio que funciona como punto de encuentro para más de 40 alumnas que quieren aprender a tejer.

Las visitamos y nos contaron un poco más sobre ellas y este emprendimiento.

sueño colectivo
 

ELDA

Contános sobre vos.

Me llamo Elda González Santucho tengo 65 años y nací en Pando, en el departamento de Canelones.

 

¿Cuándo y cómo empezaste a tejer?

Comencé desde pequeña en la escuela. Fui a colegio Nuestra Señora del huerto donde teníamos clases de manualidades.

 

¿Quién te enseñó?

Me enseñó la hermana  María y en las tardes en casa tejía con mi mamá  y mis hermanas. Mi madre tejía muy bien porque sus hermanas la enseñaron .

 

¿Un recuerdo feliz en el que el tejido haya formado parte?

Cuando durante el embarazo tejí toda la ropa para mi bebés. No creo que a una mujer encuentre algo que la haga más feliz.

 

Ramona

 

¿Crees que los oficios se están perdiendo con el paso del tiempo?

Sí, el oficio se está perdiendo porque las hermosas rondas de tejidos ya no existen. Es muy poca la gente que, como yo, ama tejer y trasmitir lo que sabe.

 

¿Qué hacías antes de trabajar en Ramona?

Trabajé en diferentes talleres en una papelera y mi carrera es de enfermera.

 

¿Cómo es tu rutina hoy en día?

Me levanto, desayuno, y dedico dos o tres horas en la mañana para Ramona. Además, tres días en la semana doy clases de tejido en Ramona House. El resto de mi tiempo disfruto de mis hijos y mi gran amor: mi nieta Gaia.

 

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

La satisfacción que siento cuando veo como aprenden las alumnas y cómo se entusiasman con algo tan lindo como es crear un prenda.

 

¿Qué enseñanzas nos puede dar el tejido para la vida?

Muchas, especialmente tejer una prenda para un ser querido. Da paz interior porque requiere de un nivel de concentración muy alto y eso hace que, aunque sea por un rato, desaparezcan todos nuestros problemas. Ese rato de tejiendo es único, especialmente al principio que te atrapa.

 

¿Crees que la lana y el tejido son parte de la identidad uruguaya?

Sí, la lana y el tejer identifican a los uruguayos. Nuestras prendas son conocidas mundialmente por su calidad.
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LAU

 

¿Qué implica para vos hacer moda “ética”?

Sentir que estoy haciendo las cosas bien. Soy una convencida que cuando actuás bien y desde el amor, te vuelve multiplicado.

 

¿Qué te inspira a elegir esta forma de trabajar?

Sentir que llevo adelante un sueño colectivo justo y honesto. Saber que le estoy dando trabajo a artesanas uruguayas que tejen a mano con una fibra natural, sustentable y uruguaya como la lana 100% merino, me hace sentir bien. Me encantan los largos procesos que realizamos para lograr cada uno de mis diseños y más me emociono cuando los veo reproducidos. Saber que cada pieza es única y que se logra después de horas de trabajo, amor y paciencia me enorgullece (:

 

¿Cómo puede aportar la industria de la moda a un mundo mejor?

Reciclando, consumiendo conscientemente, haciéndose responsable de cada uno de los procesos de elaboración a la hora de producir, eligiendo la opción tal vez no más barata pero si más ética y responsable.

 

¿Cómo conociste a Elda?

Gracias a mi profesora de Yoga, Victoria Varela, que como pocas personas lo hacen, me cedió su agenda de tejedoras de cuando tuvo su marca de tejido, reconocida en el ámbito local, El Origen.

 

¿Qué aprendiste de la experiencia de trabajar con ella? ¿Qué es lo que más admirás de ella?

 De Elda aprendí a tomarme las cosas con más calma y de ella admiro su paciencia, su sagrada manualidad, su compromiso y que siendo una mujer de 65 años que me siga el tren y apoye en todos los proyectos que se me van ocurriendo o van surgiendo para la marca.

 

¿Un dicho que te haga acordar a Elda?

Elda con las alumnas: “Dame paciencia porque si me das fuerza la mato.”

Elda intentando verle el lado positivo al caos: “Con el diario del lunes todos sabemos el resultado del domingo.”

 

Si Elda fuera un color, ¿cuál sería? ¿por qué?

Blanco por su calma, paciencia y constancia.

 

Si le pudieras decir una sola cosa a los consumidores, ¿qué sería?

“En la vida hay algo más importante que incrementar su velocidad” Gandhi

Elegir un modo de vida slow es el camino para poder seguir evolucionando como humanidad. Tenemos que tomar consciencia de la comida que ingerimos todos los días, lo que vestimos, las construcciones que hacemos, cómo nos movemos, con qué nos medicamos, y el tipo de vida y emprendimientos que llevamos adelante.

Si no nos cuestionamos porqué hacemos lo qué hacemos, únicamente por costumbre o por un patrón heredado, de alguna forma es como vivir dormidos sin darnos cuenta que hay una mejor calidad de vida a un paso de nosotros (:

Calidad no Cantidad

Menos es más

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