cocina

¡Pican los Chiles! por Mery Bernardi

26 Jan 2022

¿Pueden creer que estos ajíes hayan salido todos de la misma planta? Se les llama “cacho de cabra” porque parecen los cuernos de este animal. Estas semillas me las regaló una chica húngara en Barcelona.  Porque a los que nos gusta el cultivo, hacer trueque de semillas es atesorar algo impagable. Es poder continuar con una especie reproduciéndola hasta el infinito, o hasta que nos de la vida.

 

El picor de los ajíes o chiles se mide en “Scoville”. Va del cero (pimiento o morrones los cuales no pican) a 15.000.000 (picantes extremos). Para que tengan una idea.. el gas pimienta en aerosol está aproximadamente en los 4.000.000. El chile “Tabasco” se encuentra en los 40.000 aproximadamente.

 

 

Cuando uno planta una semilla de estos ajíes primero nace la planta verde. Luego da unas flores blanquitas y cada una de esas flores va a ser un ají. Primero son verdes, luego van creciendo de tamaño y poco a poco su color va mutando hasta llegar al rojo intenso. A medida que el fruto va madurando el color se intensifica y su picor baja. Cuando están rojos del todo su sabor es más dulzón y ya no pica tanto. Esta especie alcanza su punto máximo de picor cuando su color es veteado. Ni verde ni rojo.

 

Son exquisitos para comer con carnes, en salteados, salsas, tiraditos, para sumarlos en rellenos, entre otros. Solo es cuestión de animarse y comenzar de a poco. Les puedo asegurar que si les gustan, emprenden un camino que es solo de ida. Porque uno como que desarrolla resistencia y cada vez quiere un poco más de picor. Pero ojo, no se debe abusar de los picantes ya que culturalmente no estamos acostumbrados a consumirlos y por ende, no tenemos casi resistencia a la capsaicina (compuesto químico presente en los chiles que causa el picor). Esta puede causar ardor e irritación. Así mismo, este rey mexicano es conocido por sus poderes antiinflamatorios y en el país antes mencionado es un must have hasta en el desayuno. ¡A probarlos señoras!  Y encender nuestras bocas por un rato 🙂