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Los Reyes Magos y la Astrología como Camino Espiritual, por Carolina Goldsman

05 Jan 2022

Cada 6 de Enero se celebra el día de los Reyes Magos, una de las principales celebraciones de nuestra cultura, hito en la integración del judaísmo, la cosmología, filosofía antigua y el cristianismo, donde la Astrología es protagonista.

 

El día de los Reyes Magos representa también el día de la Astrología como camino espiritual, como búsqueda de la trascendencia y el amor. También desde hace unos años, el 6 de Enero es el Día del Astrólogo y Astróloga. La fecha fue propuesta por Boris Cristoff (1925 – 2017), astrólogo búlgaro – uruguayo, como símbolo de la profunda relación de la Astrología con la tradicional celebración espiritual de los Magos de Oriente guíados por la Estrella Divina.

 

Los Magos de Oriente : la Astrología en las bases del Cristianismo

La Estrella de Belén fue, según la tradición cristiana, el astro que guió a los Reyes Magos, al lugar del nacimiento de Jesucristo.

 

Hace dos milenios, esos astrólogos provenientes de Babilonia, la milenaria ciudad de la Astrología, observaron el nacimiento de una Estrella Nova en el año 6 a.C. Ella iluminó la Tierra día y noche durante semanas, de tal manera que se creyó fuera otro Sol. Fue llamada Estrella de Belén en el Nuevo Testamento y Hui Sing por chinos y coreanos. Su aparición fue la base para predecir y ubicar el nacimiento del niño Jesús, el que llegaría a ser el Rey de Reyes de la Era Piscis.

 

El Evangelio de Mateo menciona que los Reyes Magos vieron aparecer por el Oeste la Estrella de Belén, aunque no aclara si se trataba de un planeta, una estrella o cualquier otro fenómeno astrológico. Según los escritos, los sabios viajaron siguiendo la estrella, y esta se detuvo sobre el lugar en el que Jesús había nacido.

 

En ningún momento se habla de que fueron tres el número de magos que llegaron ante Herodes el Grande, preguntando por el Rey de los Judíos, y tampoco se mencionan los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar. Estos nombres aparecen en el siglo VI.⠀


Lo que podemos leer en las Escrituras es que ellos venían siguiendo una Estrella, que veían al Oriente, y que al parecer se movía, porque el relato dice que la misma se posó sobre el pesebre. ⠀

 

Según mi visión, este relato bíblico es una metáfora referida al nacimiento de la Era de Piscis. Y te quiero hablar hoy especialmente sobre esto porque ahora, con todo el clima astrológico que vivimos con la conjunción de Saturno y Plutón en Capricornio, estamos en un salto de Era : desde la Era de Piscis a la Era de Acuario. Esta intensa conjunción entre Saturno y Plutón, acompañada del Sol y Mercurio y el Eclipse de Luna Llena que se formará el próximo 10 de Enero 2020, representa, según mi mirada, la estructuración de la Era de Acuario.

 

Para generar un salto y estabilizarnos en la Era de Acuario, necesitamos comprender mejor las Eras Astrológicas.

 

De la Era de Piscis a la Era de Acuario

Las Eras Astrológicas hacen referencia a 12 periodos de unos 2160 años que conforman un “gran ciclo” del movimiento de todo el Sistema Solar en su conjunto, con una duración total de casi 26.000 años.

 

Cada Era dura aproximadamente 2160 años. Se dice que la Era de Piscis se inició aproximadamente en el año – 138 y coincide con el dominio de Roma, directo o a través de la Iglesia Romana, con la Era de Jesus. Los Magos de Oriente observaron la gran conjunción de diversos planetas reunidos como una gran estrella en la Constelación de Piscis, y de ahí dedujeron que nacería un nuevo guía para la humanidad: el Cristo.

 

Metáforas astrológicas dentro de los relatos bíblicos abundan, y eso me hace pensar que el Cristianismo es, en realidad, un camino que integra varias diferentes tradiciones espirituales de la época, mediante un relato para representar el arquetipo de la Era de Piscis.

 

Dicho de otra manera, Jesus es la encarnación de la Era de Piscis, la representación necesaria que necesitamos nosotros los humanos para registrar en nuestra Psique una energía.

 

El arquetipo Crístico es el arquetipo de Piscis : la encarnación del amor universal, la compasión, la redención, etc.

 

La Astrología como Camino Espiritual

De que los ReyesMagos de Oriente fueron astrólogos no hay dudas, de igual forma es evidente que vieron alguna señal en el cielo que les indicó el nacimiento de una encarnación divina.

 

Desde mi visión y experiencia la Astrología es una herramienta con mucho potencial para el crecimiento psicoespiritual, que nos permite conocernos en profundidad, comprender, abrazar y aceptas nuestras luces y sombras, para poder luego trascenderlas.

 

Dicho de otra forma, la Astrología es un gran canal para cultivar la Conciencia Individual (sobre todo a partir del trabajo de integración e iluminación de la propia sombra), la Conciencia Vincular (observarnos en nuestros vínculos, lo que atraemos y proyectamos, y los aprendizajes necesarios que nos muestran) y la Conciencia Transpersonal (el contacto con la dimensión Divina, Cósmica, y el amor al Todo).

 

La Astrología es un medio, no un fin en sí mismo. La Astrología es un saber, un sistema de conocimiento, una herramienta para estimular nuestros 4 Cuerpos · Centros · Planos :

 

Espíritu · Cuerpo · Mente · Alma

 

La Astrología es una herramienta. Sin embargo, no es la herramienta sino el artista quien crea la obra.

Desde mi mirada, el trabajo con la Astrología puede hacernos crecer integralmente para superarnos a nosotros mismos, elevar nuestra energía vital y alimentar la experiencia de autotrascendencia. Pero eso requiere, sin dudas, de un Maestro o Maestra que nos guíe, no solo para el desarrollo y evolución individual, sino además para el desarrollo vincular y también de nuestra relación con el mundo.

 

De eso se trata mi camino. Lo que escribo es una representación de lo que vengo experimentando.

Soy una Psicoterapeuta que utiliza la Astrología como herramienta de autoconocimiento y desarrollo del Ser y me encanta estar delinenado mi camino sobre la base de la observación del Cielo y la Tierra. Fundamentalmente porque veo los resultados en mi propia vida, en mi realidad del día a día, en mis vínculos y paz interior.

 

CAROLINA GOLDSMAN